martes, 1 de diciembre de 2009

Tres pasos para atrás

¿Como se puede extrañar tanto a lo muerto? En su momento era parte de la vida diaria y uno lo ignoraba. El cuerpo, sin darse cuenta, le tenía resentimiento a eso que siempre estaba ahí y creía no querer, mucho menos necesitar. En el segundo que la realización de que eso se fue para siempre… llega un vacio inmediato en el estomago, silencio absoluto, y un malestar inexplicable.

Por favor, por favor regresa.

La desesperación por recuperarte trae consigo una confusión que permite que la mente se engañe y piense que existe la oportunidad que regrese. Si algo fue tan mío antes, es imposible que lo pierda tan rápido. Nadie nace sabiendo como dejar ir lo que ya no vive.

Por favor, por favor quédate.

No me explico porque si ahí estuviste siempre, te rehúsas a volver. Visceralmente te busco en todas partes. El cadáver ahí está, pero no significa nada. Recuerdo tan realmente cuando yo tenía una reacción tan fuerte en ti, que no me explico porque ya no hay tal ¿adónde se fue todo eso? ¿Qué soy yo sin lo que daba por sentado? En estados alterados lo recupero y regreso a ayer.
Por favor por favor, esta vez no te vayas.
Bajo cualquier circunstancia tenia la confianza de que permanecía ¿Quién soy sin eso? Sé que en algún lugar que egoístamente soy incapaz de percibir tu continuas, es que yo soy lo estancado, lo sin vida, lo abstracto ¿cómo se le llama a eso? Lo que ya no siente.

Por favor por favor, termíname.