En los pasados meses, desde que me volví sedentaria, decidí ya no escribir este blog. Estaba convencida de que la premisa de aprender a estar quieta se había cumplido. En retrospectiva, evidentemente que hasta ahí uno se da cuenta de que estar convencido de algo solo quiere decir que nos estamos convenciendo a nosotros mismos, me daba miedo seguir escribiendo y dar la impresión de que estaba teniendo curiosidad en temas que no debería.
La verdad es que siempre voy a tener millones de preguntas. No creo que esto sea un reflejo de la calidad de mi relación monógama. Más bien creo que habemos quienes nacimos con el gen maldito de la intensa, de las ganas de experimentar, y con los años debemos de aprender como sobrellevarlo sin usarlo como pretexto para comportarnos mal. Claro que lo he hecho, he hecho millones de cosas que sabía que terminarían mal solo por ver que se sentían, y la neta se sentían de huevos, hasta que como dice mi amiga "la vida te pasa la factura" y luego ya no se siente tan chido. Pero cuando compartes tu vida con alguien, verdaderamente c o m p a r t e s, no se vale namás mandar todo al carajo pa sentirte un poco mas chingón que el otro, por namás decir ya probe esto, o esto ya lo viví.
Hoy pienso que de que chingados sirve haber vivido, experimentado, encontrado, y probado tanto, si igual al final del día quiero dormir con mi cónyuge como cualquier otra persona quiere. Y aunque hay días que me levanto y tengo ganas de cometer errores y de irme de aventura sola, me las ahorro para vivirlas con MI persona favorita, con la que hace q las rutinas monógamas y monótonas del amasiato parezcan la aventura del milenio. Cursi como la chingada, pero que bien me la paso.
martes, 25 de enero de 2011
viernes, 7 de enero de 2011
Del Porn
Pocas cosas en esta vida me han causado tantos sentimientos encontrados como la pornografía. En percepción puberta, y digamos... idealista, el porn me parecía totalmente ofensivo. En alguna parte leí que un porcentaje obsceno de pornstars habían sido abusadas sexualmente. Con esta limitada información, decidí formular mi opinión utópica. Según yo todas las chicas cuando cogían generaban oxitocina en el cerebro y por ende tenían que tener cierto sentimiento de apegamiento a la otra persona. Si esto era el caso, entonces las pornstars tenían que tener un síndrome que les impedía generar oxitocina. Por lo tanto, cualquier persona haciendo negocio del síndrome de estas viejas estaba abusando de su poder y de las pobres mujeres deficientes.
Y luego tuve un novio adicto al porn. Evidentemente esto no me volvió más fan a mí tampoco. Era como súper intimidante y molesto pensar que este dude iba a compararme con las escenas practicadas, editadas y la gente diseñada al gusto de los horndogs del universo. ugh.
Hasta que un día en las épocas de la solteres, y del odio a los hombres tuve un zoom anatómico con un muchacho al que yo le había puesto expectativas locas. la neta si alguien tiene la culpa de que haya estado tan torpe la cosa soy más yo que él, pero tampoco me ayudo mucho que él quisiera ser tan verbal sobre la torpeza, que poco sexy es cuando se admite que uno se siente inseguro. ahí fue cuando me cache diciendo, ojala este guey viera mas porn.
Para muchos gueyes, no quiero generalizar, el porn fue como una escuela (obviamente distorsionada y bastante irreal) donde aprendieron que les gusta, como hacer lo que les gusta, y (que para mí es lo que más validez tiene) como sentirse seguros en cuanto al sexo. para algunos, se volvió su única actividad sexual, al grado que perdieron la habilidad de socializar y llevar una vida sexual sana con gente "de la vida real". para otros, es la salvación después de una noche de ser bateados por incontables chicas.
No por esto admiro la industria de la pornografía, y aunque sé que hay muchas chicas pornstars que dicen sentirse en absoluto poder y control al salir en estas películas, sigo pensando que podrían hacer otras cosas que no requieren usar sus cuerpos como escusados (como cuando la gente solo tiene sexo por necesidad fisiológica, cual cagar). pero tampoco juzgo, y de repente me parece coqueto ver un poco de porn, ¿Porqué no?
Y luego tuve un novio adicto al porn. Evidentemente esto no me volvió más fan a mí tampoco. Era como súper intimidante y molesto pensar que este dude iba a compararme con las escenas practicadas, editadas y la gente diseñada al gusto de los horndogs del universo. ugh.
Hasta que un día en las épocas de la solteres, y del odio a los hombres tuve un zoom anatómico con un muchacho al que yo le había puesto expectativas locas. la neta si alguien tiene la culpa de que haya estado tan torpe la cosa soy más yo que él, pero tampoco me ayudo mucho que él quisiera ser tan verbal sobre la torpeza, que poco sexy es cuando se admite que uno se siente inseguro. ahí fue cuando me cache diciendo, ojala este guey viera mas porn.
Para muchos gueyes, no quiero generalizar, el porn fue como una escuela (obviamente distorsionada y bastante irreal) donde aprendieron que les gusta, como hacer lo que les gusta, y (que para mí es lo que más validez tiene) como sentirse seguros en cuanto al sexo. para algunos, se volvió su única actividad sexual, al grado que perdieron la habilidad de socializar y llevar una vida sexual sana con gente "de la vida real". para otros, es la salvación después de una noche de ser bateados por incontables chicas.
No por esto admiro la industria de la pornografía, y aunque sé que hay muchas chicas pornstars que dicen sentirse en absoluto poder y control al salir en estas películas, sigo pensando que podrían hacer otras cosas que no requieren usar sus cuerpos como escusados (como cuando la gente solo tiene sexo por necesidad fisiológica, cual cagar). pero tampoco juzgo, y de repente me parece coqueto ver un poco de porn, ¿Porqué no?
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