sábado, 12 de septiembre de 2009

Damn it

Es el maldito amor. En vez de tener ganas de salir, como cualquier viernes en el que el estrés de la semana te ataca y te urge ventilar los problemas laborales, me da una hueva impresionante estar con mas gente porque la paso pensando en él. me dan vueltas en la cabeza los planes que tenemos, como buenos cursis que se juntan y hacen planes para todo. estoy igual de inquieta que siempre, pero es una inquietud que solo se quita si esta él. si salgo a echar desmadre mi mente se va hacia el. si me quedo en mi casa no puedo dormir.

Es el estúpido tiempo, que corre demasiado lento si no esta, demasiado rápido si estamos juntos. Yo que siempre quiero dormir, que es mi segunda actividad favorita, no quiero cerrar los ojos por miedo de despertar y que ya no este. Podemos alargar un fin de semana a cinco días siempre que lo intentamos y sacarle mucho mas de 24 horas a un día, nunca dejando que el amanecer represente el final de una noche.

Es la culera distancia, que me quiere enseñar a patadas a ser paciente y yo me rehuso a entender. Cualquiera te dice que amor de lejos es de pendejos, pero no entiende que estas mas cerca de él que nunca. que no hay manera de explicar que con tan solo cerrar los ojos puedes verte junto a el.

Es la divina locura tratando de hacerse pasar por normalidad. Con todos los demás fingiendo, poniéndose máscaras, desesperados por arrancarlas al momento de verse. Sintiéndote tan sola entre una multitud y tan completamente llena por una sola persona. Tratándo de compartirlo todo cuando no tienes nada que dar.

martes, 1 de septiembre de 2009

Tres.

No sé porque es ese número. Seguramente tendrá un significado muy profundo. Quizá tendrá algo que ver con la numerología, que según lo poco que sé, el tres es relacionado con una tendencia a la dispersión, la exageración, los proyectos sin terminar y la falta de dirección (obvio chinga, esa soy yo!) El tres ha creado un patrón muy marcado en mi vida. Ha estado presente con cosas desde muy locas y sin sentido, como he tenido tres novios que se llamaban Carlos y que tocaban la guitarra, hasta cosas muy importantes como todos los ciclos importantes de mi vida han durado tres años.

Cuando era chiquita (sí sí más chica que ahora, sí es posible!) me corrián de las escuelas, por todo tipo de razones ridículas e impredecibles siempre antes de cumplir los tres años ahí. Y así, nunca estuve en una por más de ese tiempo. Después se volvió un modo de vida, así que tampoco he vivido en un departamento mas de tres años en mucho tiempo. También es cierto que no he tenido una relación que haya durado mas de tres años y desde el 2005 tampoco he vivido en una ciudad tres años seguidos.

Antes de que se cumplan los tres años, hay síntomas que me avisan que se acerca esta fecha y que es hora de correr. Me siento desesperada, aburrida, e irritada sin razón. Siento la necesidad de cambiar mi apariencia, normalmente me hago un tatuaje nuevo o un corte de pelo. Esos cambios nunca son suficientes y quiero más. Las cosas tienden a arreglarse solas y siempre de alguna manera acabo por mudarme.

Así es como hoy, se acercan los tres años de regreso en el DF, los tres años en el mismo departamento, y la hora de cambiar de aires.