martes, 1 de septiembre de 2009

Tres.

No sé porque es ese número. Seguramente tendrá un significado muy profundo. Quizá tendrá algo que ver con la numerología, que según lo poco que sé, el tres es relacionado con una tendencia a la dispersión, la exageración, los proyectos sin terminar y la falta de dirección (obvio chinga, esa soy yo!) El tres ha creado un patrón muy marcado en mi vida. Ha estado presente con cosas desde muy locas y sin sentido, como he tenido tres novios que se llamaban Carlos y que tocaban la guitarra, hasta cosas muy importantes como todos los ciclos importantes de mi vida han durado tres años.

Cuando era chiquita (sí sí más chica que ahora, sí es posible!) me corrián de las escuelas, por todo tipo de razones ridículas e impredecibles siempre antes de cumplir los tres años ahí. Y así, nunca estuve en una por más de ese tiempo. Después se volvió un modo de vida, así que tampoco he vivido en un departamento mas de tres años en mucho tiempo. También es cierto que no he tenido una relación que haya durado mas de tres años y desde el 2005 tampoco he vivido en una ciudad tres años seguidos.

Antes de que se cumplan los tres años, hay síntomas que me avisan que se acerca esta fecha y que es hora de correr. Me siento desesperada, aburrida, e irritada sin razón. Siento la necesidad de cambiar mi apariencia, normalmente me hago un tatuaje nuevo o un corte de pelo. Esos cambios nunca son suficientes y quiero más. Las cosas tienden a arreglarse solas y siempre de alguna manera acabo por mudarme.

Así es como hoy, se acercan los tres años de regreso en el DF, los tres años en el mismo departamento, y la hora de cambiar de aires.

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